Reptilia: donde la incomunicación es la perdición
Reptilia es la nueva novela de terror del escritor nacional Carlos Rendón Bejarano. Publicada bajo la editorial Áurea Ediciones, el libro narra la historia de los habitantes de San Millalobo, una isla olvidada al sur de Chile que poco a poco comienza a transformarse a causa de ritos oscuros.
De la tradición y otras costumbres
Para muchos, el sur de Chile es sinónimo de nuestras raíces, de la naturaleza, de nuestra cultura y expresión. En esa línea, es también, la madre de variados mitos y leyendas que convergen en nuestra oralidad.
Pero lo que es símil a ríos, mares, árboles, plantas y lluvia, lo es también al misterio, a la penumbra, a la brisa, a lo ancestral y lo desconocido. Reptilia es todo eso, y más.
Siempre supo que era una figura polémica en el pueblo, no solo por ser un rebelde y desafiar a las autoridades, sino por ser el único habitante de San Millalobo que había podido sobreponerse al mito de la isla: salir de ella y vivir para contarlo.
Página 24.
La historia, si bien, cuenta con varios personajes y tramas individuales, podemos encontrar a un trío protagónico que destaca: Gabino, Ana y Ten. Tres adolescentes que poco a poco notan como San Millalobo comienza a convertirse y a tornarse con características de reptiles, hecho que tiene relación con un ritual de año nuevo y el escape de Benito, el hermano de Ana y la única persona que ha salido de la isla.
La construcción del mundo de Reptilia está muy bien escenificada, no solo por la cantidad de naturaleza y el sistema de funcionamiento de su sociedad, sino que resulta muy fácil imaginarse esa vida en el sur de Chile, recordando lugares como Frutillar, Cochamó y espacios recónditos donde la flora y fauna son los protagonistas.
La religión, la cercanía de los lugareños, la presencia de autoridades municipales, la educación, la artesanía y la forma de administrar los recursos de la isla hacen de esta historia una narrativa redonda, donde cabe, incluso, un ritual tan extraño como quemar lagartijas para recibir el año entrante.
Sobre la narración de Reptilia
Como otro punto a destacar, el libro es dinámico, fresco y entretenido de leer. No solo por la trama, sino porque el autor emplea diversos puntos de vista a lo largo del libro, narrando a través de distintas personas y dando a conocer más elementos, tanto de la historia como del protagonista del capítulo en cuestión.
Este lugar apesta como la mierda y no sé si tiene mala suerte o derechamente está maldito. ¿Quién podría confiar en un pueblo del cual nadie puede salir?
Extracto del diario de Benito Fernández. (Página 26).
Pero no sólo eso, Reptilia es un libro lleno de detalles, incluyendo en su narrativa y estética pequeños extractos al comienzo de cada capítulo de periódicos, actas de sesión, boletines, cartas y notas que han escrito algunos personajes. Dotando a la historia de mayor realismo y dinamismo.
Incluso, podemos encontrar referencias en el nombre de la isla. Pues el Millalobo es parte de la mitología chilota, el rey de los mares, un equivalente a Poseidón de la mitología grecorromana. Un punto importante a conocer, ya que puede tener estrecha relación con la maldición de la isla: nadie puede salir de San Millalobo y vivir en el intento (por la fuerza de sus mares).
Pero no te confundas, que Reptilia es solo una ficción.
¿Por qué San Millalobo primero? ¿Y por qué Jesucristo nació en Belén? Tratar de encontrar explicación a fenómenos sagrados es uno de los mayores pecados en los que nosotros, simples mortales, solemos caer.
Página 96.
Ahora, este pueblo no tiene solo la particularidad de quemar lagartijas cada año, sino que están completamente incomunicados con las ciudades más cercanas o, en realidad, con su país más cercano: Chile. Por lo que, cuando las personas de San Millalobo comienzan a transformarse en reptiles y, más adelante, la naturaleza también, no tienen a quién acudir.
Es en esta trama que podemos encontrar, quizá, una crítica a nuestra relación con la naturaleza y con nuestro individualismo. La incomunicación y la desconexión con otras ciudades nos trae a recordar mucho a la crítica «Santiago no es Chile», y es que la gran ciudad suele ser el centro de la toma de decisiones en nuestra realidad, ignorando las necesidades de las diversas regiones.
El terror de Reptilia
No tienen que creerle a esta vieja, pero puede que sea cierto que simplemente la isla se cansó de nosotros. Qué irónico, ¿no? Que la misma isla que no nos dejaba salir terminase harta de nuestra presencia.
Página 99.
El horror físico de Reptilia se centra en imágenes visuales de las transformaciones humano – lagarto y la constante guerra entre humanos y reptiles, la sensación es similar a estar en un apocalipsis zombie, pero con lagartos gigantes y feroces garras.
Sin embargo, también recae en otros elementos del terror: el estado de sobrevivencia, el paisaje sombrío, la soledad, los puntos de giro donde lo conocido se vuelve irreconocible y, sobre todo, la desesperanza. En la aceptación de un final de orígenes inciertos que no sabemos si podemos resolver.
Reptilia es un libro de terror latinoamericano con tintes de crítica social y, sobre todo, a los «altos mandos». Pues una isla incomunicada con sus alrededores en algún punto solo puede llegar a la perdición.
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