Reseña: Calíope, agente de Nunca Jamás

 Reseña: Calíope, agente de Nunca Jamás

Calíope, agente de Nunca Jamás es una novela de fantasía urbana escrita por J.L Flores que infiltra al lector en el mundo de los subterráneos.

Hadas, trols, elfos y gárgolas son los personajes peculiares que dan vida a esta historia donde la fantasía y lo mundano convergen de formas insospechadas.

Junto a un grupo de entrañables personajes, la protagonista del relato deberá enfrentar sus peores miedos con el fin de proteger al mundo del cual es parte y resguardar todo el glamur, mitos e historias que le son propios.

La hilarante pluma de Flores imprime un ritmo ágil y atractivo a la narración, secuestrando la atención del lector desde la primera página.

Sobre el libro

«Aquellos humanos que sabían de nosotros nos llamaron hadas porque nos parecíamos a sus mitos y cuentos populares, muchos de los cuales inventamos en una época más soberbia, cuando nos sentíamos superiores. Ahora preferimos simplemente ser llamados subterráneos. Es más humilde. Al menos a mí me gusta y va con mi encantadora personalidad»

Calíope, agente de Nunca Jamás.

En las sombras de Santiago se esconde un antiguo mundo rebosante de magia y tradiciones ancestrales.

Seres míticos coexisten con fuerzas oscuras -como ocurre en todo sistema social sea éste mágico o no-que buscan el poder para llevar a cabo sus egoístas intereses y lúgubres dictámenes.

Los subterráneos conviven en una calma aparente, bajo el escrutinio constante del Consejo de las Sombras y de la Agencia de Nunca Jamás.

Así, mientras la primera organización vela por todos los clanes que adhieren a su causa y recuerda -con melancolía- la existencia de un pasado más esplendoroso, la otra entidad se encarga de vigilarlos a todos.

Es en este mundo en el que vive Calíope, una detective mediasangre que se ha mantenido en los márgenes de aquellos engolados discursos.

Tras la muerte de su padre, Calíope continúa con el negocio familiar y trabaja como cazadora para el Consejo de las Sombras.

La intrépida joven, mitad trol y humana, heredó unos hermosos cuernos y una encantadora personalidad, pero también un avasallador ímpetu para proteger a los suyos.

Demasiado humana para ser subterránea y demasiado subterránea para ser humana, Calíope debe luchar -como cualquier joven de 18 años- contra las continuas discriminaciones y reparos que tanto subterráneos como humanos manifiestan hacia su persona.

Pese a todo, puede decirse que la vida de Calíope transcurre bastante tranquila o, al menos, acorde con su encantadora forma de ser.

La joven dedica sus horas a realizar persecuciones sobre los empinados tejados de la capital. Así comoa llevar a cabo intrincadas investigaciones propias de su oficio.

Ello hasta que una serie de extraños sucesos la llevarán a involucrarse -ineludiblemente- en el destino mismo de su mundo.

El masivo rapto de niños y la reagrupación de ciertos clanes, es sólo el inicio de un plan mucho más grande.

La subsistencia de hadas, trols, djinns, traucos y muchos clanes comienza a ser amenazada por una figura que surge desde la más estólida oscuridad.

Calíope -sin saberlo- deberá hacer frente a la llegada de un invierno que amenaza con acabar con toda imaginación, extinguir cualquier esperanza y erradicar -de una vez y para siempre- el tibio hálito de los sueños.

Calíope, entre la realidad y la fantasía

La novela de Flores es una novela capaz de secuestrar no sólo la atención del lector, sino a éste mismo.

De la mano de una pluma hilarante, que imprime agilidad al relato y lo dota de cierta verosimilitud, la audiencia se inmiscuye en el mundo presentado por el autor.

La irreverente voz de una joven, mitad trol y mitad humana, conduce al lector a este fascinante mundo de elfos y traucos, donde los antiguos cuentos de hadas ya no parecen ni tan ficticios ni tan vetustos.

La novela de fantasía urbana es bien resuelta por la elaborada urdimbre, el hálito fresco del humor y el acertado devenir de la pluma de Flores.

La confluencia de lo mundano y lo fantástico se lleva a cabo de manera tan natural, que el lector no levanta reparos a lo presentado.

En este sentido, la interpelación que realiza el autor a ciertos mitos o leyendas de conocimiento público, también contribuye a afianzar los lazos que unen a la obra con el lector.

Esto, pues ciertos pasajes del libro cobran más fuerza y verosimilitud -ante los ojos del público- al ser nutridos por aquellos antiguos saberes.

Calíope no es otro cuento de hadas, aunque -claro- se mencionan ciertos cuentos y aparecen unas cuantas hadas.

La novela nos presenta una trama entretenida que, aunque desarrollada en otro mundo, aborda algunas de las principales problemáticas que aquejan nuestra realidad.

Pues nuestra propia historia se infiltra en el relato y aseguran que la fantasía de la obra no le reste valor al contenido de ésta.

La inclusión de fantasía en la novela no la transforma en una creación evanescente, sino que -por el contrario- le infunde glamur y originalidad.

Sobre los elementos de Calíope

Calíope posee tres elementos que la constituyen en una cautivante lectura: el autor delinea personajes entrañables, la obra rescata temáticas transversales a cualquier mundo (sea éste mágico o no) y la narración ofrece distintos niveles de lectura.

Personajes entrañables

En un primer acercamiento a la obra, resulta imposible no notar el cautivante carisma de cada uno de los personajes que dan vida al relato.

Tanto Calíope como el agente Peter, compañero de labores de la mediasangre, cuentan con personalidades atractivas para el lector.

Lo mismo ocurre con muchos otros personajes como el viejo Simón, un trauco, o Inti, último Viracocha y guía espiritual de la protagonista.

Estos subterráneos -que desbordan humanidad- se vuelven irremediablemente entrañables, haciendo que el público lector empatice fácilmente con ellos y con las causas que los mueven.

La personalidad “encantadora” de Calíope merece todo un apartado. Esta subterránea de 18 años, como cualquier joven de su edad, cuenta con una personalidad bastante compleja.

Calíope conoce su rol en el mundo y sigue los pasos de su padre, pero no está de acuerdo con todo lo que sucede allí.

De hecho, tiene sus propias opiniones respecto a la vida que llevan los subterráneos y no está de acuerdo con muchas de las decisiones que ha tomado el Consejo de las Sombras.

Calíope posee una personalidad irreverente, pero bien conducida. Es consciente de que sus imprudencias pueden llegar a obstaculizar su vida como cazadora y, por lo mismo, ha aprendido a reconocer los momentos en que puede otorgar completa libertad a su audacia.

Temáticas transversales

Flores logra otro acierto al narrar la novela desde el punto de vista de Calíope.

Los rasgos propios de este personaje la vuelven en la voz más apropiada para acercar el mundo de los subterráneos a los lectores.

La protagonista, como cualquier persona, se siente rechazada por su propia gente.

Su condición de mediasangre parece dificultar su vida tanto en el mundo de los humanos como en el de los subterráneos.

Estos sentimientos, relacionados con momentos de discriminación y de aislamiento, permiten que el público general pueda identificarse aún más con ella.

Por otra parte, Calíope es una novela que no puede ser reducida a una mera historia de fantasía.

La narración revela rastros de temáticas profundas e inquietantes, permitiendo a los lectores sumergirse más allá de la anécdota épica del relato.

El planteamiento de situaciones donde el poder puede corromper a las autoridades, donde el recelo o la discriminación condiciona la existencia de una persona o la referencia a la velada lucha que distintos grupos llevan a cabo para conseguir “el control”, son algunos de los mensajes que la audiencia puede abstraer del relato.

Siguiendo con lo anterior, tanto las temáticas que se abordan en la obra como los personajes que dan vida al relato e, incluso, la misma perspectiva desde la que se encuentra escrita la obra de Flores, llevan a que ésta se posicione como un texto que puede ser apreciado –igualmente- por adolescentes y adultos. En otras palabras, Calíope se erige como una novela que resulta sencilla y compleja a la vez.

Niveles de profundidad

La obra ofrece distintos niveles de profundidad dependiendo del tipo de lectura que el público realice.

Así, mientras algunos puedan quedar fascinados ante la verdadera odisea que emprende la protagonista o se vuelvan fervientes adeptos del refrescante humor de los diálogos de la obra, otros podrán interesarse por los interminables enfrentamientos por hacerse con el poder y por aquellos males endémicos que aquejan a toda sociedad.

La lectura de esta pieza de fantasía urbana es absolutamente recomendable. El lector no se arrepentirá de acompañar a la pequeña Calíope en esta aventura y en el develamiento de la encantadora sociedad de los subterráneos.

Si te interesa conocer nuevos mundos fantásticos, te invitamos a leer la reseña de Imaginarias.

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